El Municipio de Quito se ha convertido en un negociante del uso y ocupación del suelo con la aprobación de proyectos que no cumplen ordenanzas municipales, atentando con el indiscriminado crecimiento desorganizado de la ciudad.
Hay que poner un alto a constructoras que compran aprobaciones municipales.
La voz de Carlos Pacheco C. por Quito
En el ámbito: Ocupación, vivienda y asentamientos