Desde el primer día declararemos en emergencia el transporte público y colectivo, eso nos permite iniciar una reingeniería de procesos del ente encargado de la movilidad, con el objetivo de diseñar un modelo de gestión más eficiente y de calidad. Nos proponemos ampliar, fortalecer y mejorar integralmente todo el transporte público urbano y rural invirtiendo de manera coherente el presupuesto sobre la base del triángulo de la movilidad sostenible, que pone como prioridad al peatón.
Para el fortalecimiento en movilidad sostenible: automotores eléctricos, bicicletas y, medios alternativos, apostamos por un sistema de incentivos y una agenda regulatoria, que permita avanzar hacia el cumplimiento del objetivo país para enfrentar el cambio climático, para esto, contemplamos la transición hacia automotores eléctricos y la creación de la red de movilidad sostenible.
Garantizar un modelo de gestión del transporte público implica que coordinaremos y controlaremos todo el sistema de transporte. Con decisión política la municipalidad podrá operativa la autoridad única de control y se implementará la integración tarifaria en el sistema. Una acción prioritaria será la ampliación de cobertura del transporte público hacia zonas periurbanas y zonas rurales, mediante implementación de autobuses de transporte rápido BRT, dentro de la parte urbana será fundamental el desarrollo bajo los principios del Desarrollo Orientado al Transporte
– El crecimiento acelerado de la mancha urbana representa un desafío en la conexión rápida y de calidad hacía los asentamientos humanos más alejados, para esto, planteamos soluciones innovadoras como dotar de transporte público para topografías complejas (TPTC), como metro-cables, funiculares, Buses del Barrio (minibuses).