El CAE reproduce un modelo en el que una persona asume toda la responsabilidad de la gestión institucional, en tanto que la participación de los socios, incluso desde el directorio, es menguada o inexistente. ¿Cómo cambiar esa realidad?
El CAE reproduce un modelo en el que una persona asume toda la responsabilidad de la gestión institucional, en tanto que la participación de los socios, incluso desde el directorio, es menguada o inexistente. ¿Cómo cambiar esa realidad?